8 acciones de sostenibilidad que podemos hacer en la escuela

La educación por la sostenibilidad impregna todos los ámbitos de la escuela. No se trata de impartir un taller sobre medio ambiente o estudiar el tema en la clase de ciencias. Debe formar parte del día a día y de la forma de hacer del centro, y no sólo de los maestros y de los alumnos, sino también del resto del personal de la escuela. Tiene que contar, además, con la colaboración de las familias.

A continuación os proponemos 8 acciones de sostenibilidad para llevar a cabo en la escuela y procurar todos juntos por nuestro medio y planeta:

1. Revisar el consumo en la escuela

A veces, por desconocimiento no utilizamos materiales alternativos a los conocidos o a los más comerciales, y podemos contribuir a un modelo más sostenible si cambiamos nuestros hábitos de consumo en la escuela a todos los niveles: material escolar, comedor, aseos…, reduciendo el consumo de plástico, haciendo uso de papel reciclado y favoreciendo un nuevo modelo ecológico en la escuela. También estaría en esta categoría el consumo de recursos energéticos como el agua y la electricidad.

 

2. Minimizar el impacto medioambiental de nuestros residuos

La normativa europea, estatal y catalana establece la jerarquía de prioridades a aplicar en las políticas sobre gestión de residuos. En esta jerarquía, la prevención ocupa claramente el primer puesto a la hora de actuar. Existen dos tipos de prevención de residuos: la cuantitativa, que se refiere a la reducción en peso, volumen o número de unidades, y la cualitativa, que persigue reducir determinados tipos de residuos considerados peligrosos o que plantean determinados problemas.

 

3. Gestionar nuestros residuos de forma sostenible

Después de reducir, lo importante es reutilizar. Muchas veces, por hábitos de consumo o por comodidad, no somos conscientes de toda la vida útil de algunos materiales y los despreciamos después del primer uso. Una actitud sostenible es aquella de reutilizar dando nuevos usos y/o buscando nuevas formas de consumir lo mismo. ¿Sabías que cada año llegan a mares y océanos ocho millones de toneladas de plástico? Es decir, ¡800 veces el peso de la Torre Eiffel!

La inspiradora historia de Boyan Slat: Boyan Slat es un joven holandés que a sus 16 años empezó a soñar con limpiar el plástico de los océanos. Con su trabajo y esfuerzo ha puesto en marcha el proyecto ‘‘The Ocean Cleanup’’, una herramienta que sirve para recopilar el plástico y los residuos en suspensión que ensucian los océanos y dañan a los seres vivos. Él, junto a otros muchos jóvenes, es un gran ejemplo para toda la comunidad educativa. Su historia nos ayuda a ser más conscientes de que todos podemos cambiar la situación, sin importar nuestra edad.

 

4. Reciclar

Cuando no podemos aprovechar más los materiales, es el momento de reciclarlos para que puedan ser materia prima para otro producto. Es importante que todo el mundo pueda reciclar en el mismo espacio que ocupa en la escuela: aulas, sala de maestros, despachos, etc., puesto que debe ser un gesto cotidiano y familiar.

  • Azul para el papel que ya no puede reciclarse y el cartón.
  • Amarillo para los envases metálicos, briks y envases de plástico.
  • Marrón es para el orgánico y los residuos biodegradables.
  • Puede instalar un contenedor para tóners de impresora y otro para las pilas.
  • Restos: en él irán todos los residuos que no se puedan clasificar en los anteriores.
  • Ropa: puede solicitar un contenedor donde se pueda depositar ropa que ya no se utilice y en la que se pueda dar más usos.

5. Organizar y/o participar en actividades en torno a la sostenibilidad

Como, por ejemplo, participar en la Semana europea de la prevención de residuos, visitas a plantas de reciclaje cercanas a la escuela, proponer jornadas de sostenibilidad en el centro, etc.

6. Crear una Comisión Sostenible

Dentro del centro, es una gran idea crear una Comisión Sostenible que haga el diagnóstico, planificación, acción y evaluación de los cambios en hábitos y conductas: qué debe hacerse la escuela para favorecer una actitud más sostenible y/o entrar a formar parte de alguna red de escuelas que trabajen en la misma línea. Para más información puede consultar el espacio de Gencat dedicado a la Educación para la sostenibilidad.

7. Favorecer espacios de reflexión en torno a la sostenibilidad y la ecología cada día en la escuela

Y no sólo de forma puntual. La única forma de que pueda haber un cambio real es que cada uno de los integrantes de la comunidad educativa se tome la responsabilidad de ser “agente educativo” de un cambio hacia un modelo energético y de un consumo más sostenible.

 

8. Ofrecer espacios de formación a las familias

Ofrecer espacios de formación a las familias es imprescindible para ir más allá de la escuela en la aplicación de nuevos hábitos sostenibles y trasladar todas estas medidas y acciones a los hogares de los alumnos. Aquí podéis consultar el caso de éxito del proyecto Familias »Des-plastificadas».

 

 

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